El okra tiene forma de pimiento, y a diferencia de éste, el ocra está relleno de pepitas y un cartílago blanco. Todo se come, pepitas incluidas.
Contiene una sustancia mucilaginosa que se suele percibir ligeramente cuando se comen hervidas. Recuerda ligeramente en el paladar a la gelatina. Debido a ello el okra suele utilizarse también para espesar salsas, sopas, guisos y numerosas preparaciones. Simplemente cortando la parte del rabo y añadiéndolo al guiso aporta el sustrato espesante. Si no nos gusta esa sensación en la boca, se puede dejar durante veinte minutos o media hora en agua con limón o vinagre, con un ácido, y desaparece.