Es rica en betacarotenos y en vitaminas, entre las que principalmente destaca la vitamina C.

Por este motivo, se trata de un alimento ideal a la hora no solo de aumentar las defensas, sino de potenciar la inmunidad natural de nuestro organismo.

El nabo es una hortaliza con un valor energético muy bajo, que supone aproximadamente 27 kcal/100g. Contiene una gran cantidad de agua, llegando ésta al 92%, lo que hace que el contenido en hidratos de carbono, lípidos y proteínas no sea muy significativo. Apenas aporta un 0,1% de grasa y un 0,9% de proteínas, mientras que los hidratos de carbono llegan al 4%.

Las hojas del nabo son lo que se denominan Grelos. Aunque aparentemente no lo parezca, se trata de una verdura nutritivamente más rica que el nabo en sí, siendo además la verdura más rica en calcio. Pero también contiene una importante cantidad de ácido oxálico, por lo que para que ésta sustancia interfiera lo menos posible en la biodisponibilidad del calcio, será conveniente cocinar bien los grelos en abundante agua, disminuyendo así su aporte en ácido oxálico.

Las propiedades de los espárragos son excelentes para el hígado. Su contenido en flavonoides y fenoles mejoran la secreción de enzimas hepáticas, las mismas que tienen efectos hepatoprotectores, protegen el hígado y favorecen que funcione mejor.

Al mismo tiempo, debido a que aumenta la micción, la expulsión de orina, los riñones trabajan con menos esfuerzo, filtrando mejor los residuos tóxicos y los compuestos generados por el metabolismo. El espárrago es un alimento que sirve para crear dietas detox y favorecer que las grasas acumuladas en el sistema sanguíneo sean menores.