La bici no es solo un “vehículo de transporte personal de propulsión humana” [Wikipedia]. Ni una forma de hacer ejercicio. Además de todo eso, tiene, al menos, una utilidad más. Puede desempeñar una labor social. Igual que correr o caminar. En aprovechar el esfuerzo y el tiempo dedicado a hacer ejercicio físico para realizar, a la vez, una acción social.

Así que in día cogimos la bici y fuimos al huerto de Envera, un proyecto que ayuda a que las personas con discapacidad  potencien capacidades y habilidades que facilitan la reinserción en su entorno a través del trabajo en huertos ecológicos adaptados.

Nuestro deporte consistió en plantar semillas, limpiar tierra y ordenar el huerto y el jardín, arreglar los invernaderos, desbrozar...

Es sudor con sentido social. Eso es lo que pretendemos. No buscamos héroes ni hazañas. Ya es una heroicidad ayudar, mientras haces ejercicio físico, en vez de encerrarte en un gimnasio. Ese es el deportista social.

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